En un pequeño paréntesis de la conversación generada por el fenómeno ‘Monstruo: La historia de Ed Gein‘, una nueva miniserie se ha colado entre lo más visto de Netflix. Se trata de ‘Nadie nos vio partir‘, una producción mexicana basada en hechos reales que ha irrumpido con fuerza en el catálogo desde que se estrenó el pasado 15 de octubre. 

Inspirada en un secuestro que sacudió a una acaudalada comunidad judeo-mexicana en 1968, la producción mezcla el drama personal con la intriga, y lo hace con mucha intensidad. En tan solo unos días, la ficción ha escalado puestos y demostrando que puede despertando interés tanto entre los fans del thriller como en quienes buscan historias con una base real.

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Una búsqueda entre dos mundos

La trama de ‘Nadie nos vio partir’ se centra en Valeria Goldberg (interpretada por Tessa Ía), cuya vida cambia radicalmente cuando su marido secuestra a sus hijos. Ante el silencio del sistema y los límites que impone el poder de dos familias, Valeria decide aliarse con un ex-agente del Mossad para rastrear a sus pequeños, dando inicio a una odisea marcada por la angustia, la culpa y la esperanza. El escenario se desplaza entre México y otros países, y escribe un relato de supervivencia y orígenes ocultos.

Con un reparto sólido, la serie potencia esa tensión gracias a la complicidad de sus personajes y el impacto que provoca descubrir cómo los privilegios, los secretos familiares y la historia se entrelazan. Más allá del secuestro, el conflicto subyacente es también moral y simbólico, y cada episodio es como un gran golpe emocional, pero que no llega a sacrificar el misterio.

En España, su éxito ha sido notable y ocupa el segundo puesto en el ranking de lo más visto justo por detrás de ‘Animal‘ -además de ser la número 1 en 37 países según Flix Patrol-. Este hecho subraya su potencia, derivada no solo del relato que cuenta, sino de cómo lo cuenta.

Es una ficción sobria, cargada de tensión y donde destaca la fuerza de una historia sobre la maternidad, la memoria y el trauma.

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