El destructor USS Gravely, de la Armada de Estados Unidos, llegó este domingo a Trinidad y Tobago para llevar a cabo ejercicios militares que se extenderán por varios días, en el marco del despliegue de Washington en el Caribe contra el narcotráfico.

Según medios locales, el barco atracó alrededor de las 9:30 a.m. (hora local) en Puerto España, donde permanecerá hasta el jueves 30 de octubre. Los entrenamientos forman parte de la actividad de la 22.ª Unidad Expedicionaria de la Infantería de Marina de EE. UU., que trabajará en conjunto con la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago (TTDF).

Además del destructor, se espera la llegada de otros integrantes de la Unidad Expedicionaria.

En un comunicado, la encargada de negocios de la Embajada de EE. UU. en Trinidad y Tobago, Jenifer Neidhart de Ortiz, destacó que esta cooperación refuerza la seguridad regional.

«Juntos enfrentamos amenazas compartidas, como la delincuencia transnacional, y fomentamos la resiliencia mediante capacitación, misiones humanitarias y esfuerzos de seguridad. Nuestra alianza ha mejorado vidas y fortalecido comunidades, garantizando mayor estabilidad en toda la región del Caribe”, expresó.

El arribo del USS Gravely, un destructor de misiles guiados, se suma a la presencia reciente del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más poderoso de la flota estadounidense, dentro de una operación de gran escala para combatir organizaciones criminales transnacionales y el narcoterrorismo en el hemisferio occidental.

Por su parte, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, afirmó que la llegada del buque estadounidense aportará beneficios que van más allá de la seguridad.

“La seguridad es la prioridad número uno para ayudar a mantener a raya a los narcotraficantes y traficantes de personas. También nos brindarán asistencia técnica, asistencia informática y labor humanitaria mediante el uso de sus marines y miembros de la Armada para ayudarnos con las escuelas o quizás con la modernización de algunas de nuestras bases. Nuestra infraestructura está muy deteriorada, por lo que también nos han ofrecido eso. Además de la seguridad, la protección y la capacitación, también nos brindarán capacitación aquí en Trinidad y Tobago”, dijo.

En contexto

En las últimas semanas, Estados Unidos ha movilizado buques, un submarino y aviones de combate en operaciones contra el narcotráfico, que hasta el momento han dejado 43 fallecidos en diez ataques a presuntas embarcaciones con drogas en el Caribe y el Pacífico.

El pasado 22 de octubre, Trump aseguró que, si decide llevar sus operaciones contra el narcotráfico a tierra, notificará al Congreso, al considerar que se trata de un problema de “seguridad nacional”.

El presidente sostuvo que actualmente hay “muy pocas embarcaciones navegando” en aguas internacionales, incluidos barcos de pesca, como consecuencia de las operaciones estadounidenses. “Hay muy pocos botes navegando, así que ahora vendrán por tierra en menor medida, y también serán alcanzados en tierra”, añadió.

Al ser cuestionado sobre la autoridad legal de estas acciones, Trump afirmó que la Administración la tiene y que “se nos permite hacer eso”. “Si lo hacemos por tierra, puede que volvamos al Congreso. Esto es un problema de seguridad nacional. Mataron a trescientas mil personas el año pasado estas drogas que entran, y eso nos da autoridad legal. Tenemos un problema de seguridad nacional, diría yo”, enfatizó.

“Si no lo hacemos, vamos a perder a cientos de miles de personas. Ahora vendrán un poco más por tierra porque ya no vienen por barco. No hay botes en el agua. Ya no hay más botes”, agregó.

En este sentido, afirmó que ordenará bombardeos contra posibles objetivos terrestres como parte de las operaciones contra personas vinculadas al tráfico de drogas. “Los golpearemos con fuerza cuando vengan por tierra. Y eso aún no lo han experimentado, pero ahora estamos totalmente preparados para hacerlo. Probablemente volveremos al Congreso y explicaremos exactamente lo que estamos haciendo cuando pasemos a la acción en tierra”, dijo.

Trump afirmó la semana pasada que también autorizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela.

Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro considera las operaciones estadounidenses como un preludio de un posible ataque contra Venezuela. Recientemente, el Ejecutivo solicitó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que investigue “los asesinatos que viene perpetrando Estados Unidos” en el mar Caribe y determine su “carácter ilegal”, así como que confirme “la amenaza que representan estas acciones ilícitas para la preservación de la paz en América Latina y el Caribe, entre ellas las ejecuciones extrajudiciales, la concentración de fuerzas militares, la retórica belicista contra Venezuela y las operaciones clandestinas de la CIA para cometer asesinatos políticos”.

También pidió un pronunciamiento que reafirme “el principio de respeto irrestricto a la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Venezuela”, como base indispensable para preservar la paz.

Ver fuente

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *