El detenido no mostró en ningún momento disposición a colaborar con las autoridades durante el proceso de investigación y jucio
Un caso de violencia doméstica culminó con una sentencia de máxima severidad en el condado de Fayette, Pensilvania, Estados Unidos.
Un jurado declaró culpable de asesinato en primer grado a Arthur Guty, de 57 años, por el brutal crimen de su joven esposa, la venezolana Franyerlis Nicole Zambrano Briceño, de tan solo 26 años.
El fallo cierra así un capítulo judicial que conmocionó a la comunidad del estado Táchira y puso en relieve la violencia doméstica.
¿Qué ocurrió con la venezolana?
El macabro hallazgo del cuerpo de la joven, originaria del estado Táchira, ocurrió el 1 de enero de 2024, después de varios días de intensa búsqueda.
Franyerlis Nicole Zambrano Briceño, oriunda del municipio Pedro María Ureña, había emigrado a EEUU y era ama de llaves en un hotel de Uniontown.
La víctima, de 26 años, ocho meses antes contrajo matrimonio con Arthur Guty, de 57 años, en un vínculo que pronto se reveló marcado por una relación tóxica, caracterizada por los celos extremos del acusado, según las investigaciones.
La policía de Uniontown, a través del teniente Thomas Kolencik, detalló que la víctima presentaba un tiro «en una parte vital de su cuerpo» y llevaba varios días fallecida al momento de ser encontrada.
La huida fustrada
Tras cometer el femicidio en diciembre de 2023, el esposo intentó evadir la justicia y huir del país.
Fue capturado en enero de 2024 en un resort de Las Vegas, Nevada, en un operativo donde se le incautaron $100.000 en efectivo, lo que robusteció la teoría de la intención de fuga.
Curiosamente, la última imagen pública de la pareja fue una fotografía navideña publicada en sus redes sociales el 25 de diciembre de 2023, apenas unos días antes de la desaparición de la joven.
¿Cuál fue la condenada para Arthur?
El fiscal de distrito de Fayette, Mike Aubele, fue contundente al calificar el caso como un «homicidio evidente».
Aubele destacó en sus declaraciones que el acusado, un hombre de 57 años, no mostró en ningún momento disposición a colaborar con las autoridades durante el proceso de investigación y jucio, fortaleciendo el argumento de la culpabilidad que finalmente llevó al veredicto de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional dictado por el jurado.