Los trajes espaciales de los astronautas siguen teniendo el mismo sistema de recolección de orina desde la década de 1980. Se trata de una especie de pañal gigante, poco higiénico y nada cómodo, en el que además se derrocha una gran cantidad de agua. Y es que, al contrario de lo que ocurre cuando orinan en la Estación Espacial Internacional, en este caso no se puede reciclar el agua de la micción. Ha sido necesario recurrir a la ciencia ficción para cambiar por fin este antiguo dispositivo, pues un equipo de científicos de la Universidad de Cornell ha diseñado un sistema de lo más interesante, basado en los trajes que utilizan en Dune.
Los viajeros espaciales de esta saga utilizan un traje de cuerpo entero en el que el agua de la orina y el sudor se recicla para beber. No olvidemos que se trata de un planeta desértico en el que el agua no abunda precisamente. El sistema de pañales empleado por los astronautas en la vida real es mucho menos avanzado. Pero lo cierto es que lo que hacen en Dune no es algo tan descabellado.
Estos científicos han publicado los resultados de las pruebas de su primer prototipo en Frontiers in Space Technology. Han sido muy positivos, por lo que esperan que los astronautas que viajen a la Luna en las misiones Artemis y los que conquisten Marte por primera vez puedan llevar este sistema en sus trajes espaciales.
Trajes espaciales sin pañal… Ya va siendo hora
La Estación Espacial Internacional contiene sistemas de recolección y reciclaje de la orina para obtener agua potable para los astronautas. No obstante, cuando estos emprenden caminatas espaciales fuera de las instalaciones a veces pasan tantas horas que no pueden esperar a volver para orinar. Por eso, los trajes espaciales cuentan con ese antiguo sistema de pañales que tanto odian. Pero se pierde mucha agua y, en el espacio, cada gota cuenta.


Los científicos de la Universidad de Cornell, conscientes de la necesidad de modernizar los trajes espaciales, tuvieron una gran idea. El dispositivo que acaban de presentar consta de tres partes. Una taza de recolección, un sistema de bombeo y una mochila de filtrado.
¿Cómo funciona cada una?
La taza de recolección puede ser de dos formas distintas para adaptarse tanto a los genitales masculinos como a los femeninos. Su cara interior está compuesta por una capa de microfibra de poliéster o una mezcla de nylon y spandex. Gracias a ella, la orina se mantiene alejada del cuerpo y se dirige a una bomba de vacío.


Esta no puede estar activa continuamente. No sería eficiente. Por eso, dispone de un hidrogel absorbente unido a un sensor de humedad que activa la bomba solo cuando se deposita la orina.
Por fin, la bomba de vacío dirige la orina hacia el sistema de filtrado, donde se recicla con una eficiencia del 87%. Esto ocurre en dos pasos. En primer lugar se realiza un gradiente de concentración para eliminar el agua de la orina. Este agua tendrá un alto contenido en sales, por lo que el sistema también contiene una bomba que separa el agua de la sal.
En el segundo paso, el agua purificada se enriquece con electrolitos y se bombea a la bolsa de bebidas que también va incorporada en los trajes espaciales. Solo se tarda cinco minutos en recolectar y filtrar medio litro de orina.
Todo este sistema de filtrado está incorporado a una mochila muy compacta y cómoda de llevar.


¿Cuándo podrá incorporarse a los trajes espaciales?
El prototipo ya está listo. Según han explicado los autores de la investigación en un comunicado, el siguiente paso será probarlo en condiciones de microgravedad simuladas. Si esto va bien, ya se realizaría una serie de pruebas con trajes espaciales reales. Todavía queda algo de investigación por delante, pero todo tiene muy buena pinta. A partir de ahora, Dune se convertirá en la saga favorita de los astronautas.