En 1896, estaban ocurriendo muchas cosas en el mundo del cine. Todo, gracias a la diligencia y trabajo Georges Méliès. El artista, inspirado por la necesidad de probar todo lo que el incipiente séptimo arte podía dar de sí, dedicó el año a crear todo tipo de pequeñas películas de terror para la pantalla grande. Ninguna rebasaba el par de minutos, pero todas abrían puertas hacia el futuro. En especial, en la forma en cómo la pantalla grande, podía explorar en todos los puntos de la experiencia humana a través de imágenes.
De ese agitado año, data la primera película de terror de la historia. La mansión del diablo, dirigida y escrita por Georges Méliès, vio la luz el 24 de diciembre de 1896, en París. Y revolucionó no solo al público presente, sino a todas las cintas que el creador firmó en adelante. Se trató de algo inevitable: a diferencia de otras de sus tantas obras, esta terrorífica visión del mal, hizo gritar y llorar a la audiencia. Pero por extraño que parezca, también la hizo pedir entre aplausos se repitiera la experiencia. Para Méliès fue una lección y para el cine, un hito a seguir. El género de las historias espeluznantes había nacido y dejado clara su importancia a futuro.
Algo que la pantalla pequeña heredó y por supuesto, el streaming, el lugar ideal en la actualidad para disfrutar de los grandes títulos de un género cada vez más robusto. Para demostrarlo, te dejamos las mejores seis películas de terror sobrenatural que puedes ver en Netflix. De una historia terrorífica con un final desolador a una exploración sobre los horrores que guarda la mente humana. Todo tanto para el fanático acérrimo como para los que buscan disfrutar de una buena cinta capaz de causar escalofríos.
El ritual


Basada en la novela del mismo nombre de Adam Nevill, esta historia pesimista enlaza el terror sobrenatural con el folclórico. El resultado es una experiencia malsana que el director David Bruckner convierte en una reflexión sobre la oscuridad interior y lo sobrenatural.
Luke (Rafe Spall), es un hombre traumatizado después de una tragedia violenta, en la que uno de sus amigos más cercanos murió asesinado. Por lo que decide rendir homenaje a su memoria en un último viaje con el resto del grupo. Lo que él o los demás no pueden imaginar, es que un bosque nórdico esconde un secreto aterrador. Uno, además, tan antiguo que no habrá arma humana, que pueda detenerle.
A mitad de camino entre el terror psicológico, el sobrenatural y el folclórico, El ritual es ideal para los amantes de cualquiera de esos géneros. ¿Un dato curioso para los amantes de los experimentos visuales? Atención al diseño de la criatura: de los mejores en los últimos treinta años.
El silencio


El director John R. Leonetti tomó la premisa del miedo en lo invisible y la combinó con el tropo de la ciencia ficción de la invasión alienígena. El resultado es esta historia inquietante, en que el miedo explora la necesidad de sobrevivir de sus personajes. En especial, lo que se esconde en medio de una tragedia colectiva, que deja a su paso todo tipo de circunstancias espantosas.
Por lo que Hugh (Stanley Tucci), Kelly (Miranda Otto) y sus hijos Ally (Kiernan Shipka) y Jude (Kyle Harrison Breitkopf), tendrán que enfrentar la posibilidad de ser cazados por criaturas misteriosas. Pero peor aún, la de enfrentar a sobrevivientes, convertidos en creyentes de una visión apocalíptica del mundo. Lo que les llevará al más espantoso y doloroso escenario.
El páramo


David Casademunt dirige y escribe esta obra que combina terror sobrenatural y folclórico, para contar una historia minimalista en pleno medioevo español. Lucia (Inma Cuesta), intenta proteger a su hijo Diego (Asier Flores), de una criatura aterradora a la que apenas puede ver. Eso, en medio de un páramo azotado por la sequía y los horrores de la violencia.
Paso a paso, ambos se encontrarán en medio de una trampa sobrenatural, que les arroja a los lugares más oscuros de sus temores y de la posibilidad de la muerte. Eso, mientras el riesgo de morir de hambre y en medio de las inclemencias del clima, es mucho más cercano. Ideal para los amantes del drama histórico y de las películas históricas con gran ambientación.
Ouija


En 2014 y antes de unirse a los Verdes en la Casa del Dragón, la actriz Olivia Cook, protagonizó este clásico adolescente de terror sobrenatural. Para la ocasión, El director Stiles White tomó el misterioso juego de Hasbro y profundizó en un argumento que juega con el miedo a lo desconocido y el ataque de lo invisible como una fuerza imparable.
Laine (Cook), deberá enfrentar la muerte inexplicable de su amiga Debbie (Claire Beale) y además, una posibilidad aterradora. Que el tablero Ouija con que jugaba sea algo más que una pieza inofensiva. Más cercana al horror adolescente que al sobrenatural, es, sin embargo, aterradora en sus momentos más violentos. La selección natural para los que quieren ver una película de terror sin sentir miedo en exceso.
El teléfono del señor Harrigan


Por supuesto, en una lista de películas de terror que se precie, no puede faltar una adaptación de la obra de Stephen King. Y en esta oportunidad, se trata de una obra de colección en el catálogo de Netflix. El teléfono del señor Harrigan lleva a la pantalla pequeña, uno de los cuentos más recientes del autor estadounidense. Pero además, profundiza en un tipo de horror discreto que se hace más retorcido a medida que avanza la trama.
Craig (Jaeden Martell), le gusta leer para el señor Harrigan (el fallecido Donald Sutherland), con quien entabla una curiosa amistad. Pero cuando este muere, todo se volverá peor, cuando el chico descubra que puede comunicarse con el espíritu — violento — de su mentor. Lo que llevará a Craig a descubrir que la muerte no es lo peor que puede ocurrir en situaciones límite.
Eli


Para cerrar esta selección, nada mejor que una casa embrujada. Eli (Charlie Shotwell), sufre de una enfermedad enigmática, que necesita un largo y agotador tratamiento. Por lo que sentirá alivio cuando acuda a un aislado centro médico, construido en una antigua mansión.
Pero lo que empieza con un drama médico, termina por convertirse en una pesadilla, cuando Eli deba enfrentar lo que habita en la propiedad. Gradualmente, el chico descubrirá que lo que le amenaza puede ser más terrorífico, incluso, que su grave padecimiento. Particularmente, cuando la enorme y en apariencia acogedora casa en la que se encuentra, se transforme en una trampa mortal, que no solo querrá su cuerpo maltrecho, sino también, consumir su espíritu.