¡Sonríe! Responder a esta orden es fácil para los humanos. Incluso si lo último que nos apetece es reírnos, siempre podemos forzar una sonrisa. Es algo intrínseco a nuestra especie. ¿Pero qué pasa con otros animales? Es cierto que hay algunos cuya cara parece estar congelada en una mueca de sonrisa perpetua. También parece que otros animales sonríen en ocasiones determinadas. ¿Pero son risas o expresiones faciales con otros significado?

Todo depende del animal al que nos refiramos. Los cuentos infantiles están llenos de animales que se ríen cuando en realidad no hacen nada parecido. ¿Quién no ha visto las carcajadas de las hienas de El Rey León? Se representan como animales con una risa malvada, pero una risa al fin y al cabo. Sin embargo, ni son animales que sonríen ni son tan malos. Simplemente emiten unas vocalizaciones que recuerdan a las carcajadas humanas. Y son carroñeras, pero eso no las convierte en malvadas.

También es habitual que los cuentos o dibujos animados representen al hipopótamo como un animal sonriente. Incluso existe un dulce conocido como Happy Hippo. Sin embargo, a pesar de que la postura entreabierta de su boca se asemeja a una sonrisa, son animales bastante poco amigables. Violentos, de hecho. ¿Y qué decir del quokka? Este animal que se asemeja a un osito de peluche sonriente nos hace morir de amor cada vez que lo vemos, pero simplemente se trata de la expresión de su cara. No está sonriendo y, de hecho, no duda en defenderse si se siente amenazado. Por eso, las urgencias de la isla australiana en la que vive reciben continuamente visitas de turistas que han recibido un mordisco mientras intentaban hacerse un selfie. 

Ahora bien, dejando eso a un lado, sí que hay animales que sonríen. La mueca entreabierta de su boca es una sonrisa. A veces la utilizan para comunicarse entre ellos y otras para dirigirse a los humanos. Aunque la intencionalidad no siempre es exactamente la misma que tenemos nosotros.

El reciente caso de la sonrisa del delfín

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Crédito: Fabrizio Frigeni (Unsplash)

En un estudio publicado recientemente, un equipo de científicos italianos y franceses ha publicado sus hallazgos sobre uno de los animales que sí sonríen: el delfín.

Concretamente, se han centrado en el delfín de nariz de botella (Tursiops truncatus). Todos visualizamos a estos mamíferos marinos como animales alegres, tanto por su comportamiento juguetón como por esa mueca que tanto se asemeja a una sonrisa. No lo hacen siempre, por lo que podría ser que cuando abren la boca su intención sea realmente jugar. O podría ser que no.

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