A los seres humanos nos encanta buscar formas exóticas de consumir los alimentos de toda la vida. Un buen ejemplo de ello es el del Bubble Tea. Podría parecer que un negocio dedicado exclusivamente a la venta de bebidas de té con perlas de tapioca no tendría mucho futuro. Sin embargo, hoy en día los encontramos en casi cualquier esquina. Y normalmente con largas colas de clientes esperando para tomar su té con burbujas.

Hay quien lo toma simplemente porque le gusta, sin más. Sin embargo, también hay consumidores de Bubble Tea que creen que, por ser una bebida a base de té, será igual de sano que beberse una infusión. Pero no es cierto. Al menos no generalmente.

Si preparamos el Bubble Tea en casa podemos hacerlo sin edulcorar. Sin embargo, en las cafeterías y establecimientos especializados suelen prepararlo con grandes cantidades de azúcar. 

Cuidado con lo que endulzas

A grandes rasgos, el Bubble Tea consta de una infusión de té aromatizada a la que se añaden bolitas de tapioca. La bebida de té puede estar hecha con agua, bebida vegetal o leche y prácticamente siempre va endulzada. A veces se endulza directamente la bebida y en otras ocasiones son las perlas de tapioca las que son dulces. De cualquier modo, el objetivo principal de estas últimas es más dar textura que sabor, de modo que el azúcar suele ir en la bebida.

Para dar ese aspecto de bebida saludable, han surgido variaciones en las que en vez de azúcar se usan alternativas, como la miel. También hay perlas de tapioca que contienen jugo de frutas, responsable del dulzor.

Todo esto puede parecer más sano, pero no deja de ser azúcar en distintos formatos. Los picos de insulina que genera y los efectos a largo plazo son exactamente los mismos que si se añade azúcar de mesa. Por eso, salvo que nos preparemos nosotros el Bubble Tea en casa y no añadamos nada de azúcar, no es una bebida precisamente saludable.

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