La derrota del lunes por la noche de Rockies de Colorado 6-3 ante Bravos en medio del aire frío y los vientos cortantes en Coors Field, dejó a los rocallosos con un marca de 4-24, lo que los empata con los San Louis Browns de 1936 en el tercer peor comienzo en 28 partidos desde 1900.
Sólo Orioles de Baltimore en 1988 y Tigres de Detroit en 2003, presentaron registro de 325 en los primeros 28 encuentros de la temporada regular.
Y sin contar el juego del martes en la noche, Rockies acumula quince debacles en los últimos 16 partidos.
Y la proyección es superar las 121 derrotas que tuvo Medias Blancas de Chicago el año pasado (41-121), superando las 120 derrotas de Mets de Nueva York Mets en 1962 (42-122), año en que debutó esta franquicia en las mayores.
También Colorado amenaza con superar la marca de 27-71 antes de la pausa de la pausa del pasado Juego de Estrellas.
Y los fríos números que casi nunca mienten, explican en parte el porqué colectivamente están tan mal los rocallosos.
En ofensiva, están últimos en ambas ligas average con .211 (30); en la casilla 28 en hits (197), anotadas (92) y remolcadas (91); en boletos recibidos (85) están de 26, al igual que las estafadas (14); de 21 en cuadrangulares (24); 15 en dobletes (45)… Y ¿están de primeros!, pero en ponches recibidos con 293.
Respecto al pitcheo, lideran los hits (286), carreras (164) y carreras limpias (144); mientras son últimos en efectividad (5.36), victorias (4) y rescates (4); están 29 en ponches otorgados (191); de 11 en boletos propinados (103); de 17 en golpeados (9); y 7 en HR encajados (35).
Si a eso agregamos algunas lesiones de jugadores como Ezequiel Tovar, el pitcher Austin Gomber y el jardinero Brenton Doyle, entre otros, la cosa se agrava.
“Sabes lo que voy a decir: Así es el béisbol”, señaló muy decepcionado el mánager de Rockies, Bud Black, quien en cualquier momento puede ser removido del cargo.