El choque de Luis Arráez con Mauricio Dubón en la primera base del Daikin Park, el domingo 20 de abril, pareció por momentos inofensivo. Pero cuando el venezolano no reaccionó la escena cambió radicalmente y la angustia fue en ascenso, porque nunca se pudo levantar y tuvo que ser sacado del terreno en una camilla.

Fue uno de esos golpes de realidad que de vez en cuando arropa al deporte y resalta la fragilidad de los jugadores. “La Regadera” estuvo en protocolo de conmoción cerebral una semana, pero afortunadamente lo cumplió sin problemas y pudo volver al terreno esta semana.

Está listo para retomar las cosas justo donde las dejó. Porque aunque el comienzo fue bastante lento, con apenas un hit en cinco juegos, una vez llegó abril Arráez fue de menos a más, a tal punto que cierra el mes en el Top5 de los mejores bateadores de la Liga Nacional. En 18 juegos consiguió 25 inatrapables, tres de ellos jonrones, empujó siete carreras y anotó nueve. Su promedio fue de .347, únicamente por debajo de Gavin Lux (.372), Pete Alonso (.362) y Brendan Donovan (.356).

Si tomamos en cuenta las dos ligas, Americana y Nacional, entonces Arráez tiene el séptimo mejor promedio del mes. Y para aquellos que dicen que el average ya no es una métrica lo suficientemente importante diremos que su OPS, que fue de .899, está en el Top20 de su circuito y es el mejor entre los bateadores venezolanos. Además, destaca su increíble habilidad para eludir el ponche y es que en todo el mes apenas le recetaron un par, la menor cantidad de todo el beisbol. Asimismo su habilidad para recuperarse en cuentas desfavorables es otra cosa que no deja de ser admirable y es que, este año, estando abajo en la cuenta batea .342.

Definitivamente, las dudas sobre cómo se adaptaría a jugar primera base y cuál sería su desempeño como segundo en el orden han desaparecido. Ha cumplido y promete seguir escalando entre los líderes en promedio, defendiendo su legado de tres veces campeón bate (2022, 2023 y 2024), porque además una cuarta corona lo pondrá en una posición realmente especial, empatando con Miguel Cabrera, que es el criollo más ganador con los títulos de 2011, 2012, 2013 y 2015.

Todo esto mientras comienzan los debates sobre si es o no un pelotero inamovible en el lineup de Venezuela para el Clásico Mundial de Beisbol del próximo año. Como si realmente existiera la posibilidad de dejar por fuera a un jugador con ese talento para poner la pelota en juego. Digo porque a mi, personalmente, no me parece que eso tenga mucho sentido.

Lo bueno es que, aunque lo señalen y debatan sobre lo que debe o no hacer, él no parece estar dispuesto a cambiar su estilo de juego. Y es que no le hace falta, el mismo Miggy lo dijo a comienzos de temporada, ahora todos son jonroneros.

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