Chespirito: Sin querer queriendo de HBO, tenía una complicada misión. La de contar para toda una nueva generación la historia de Roberto Gómez Bolaños, conocido en el mundo entero como Chespirito. El comediante, que comenzó como un escritor poco conocido para convertirse en un fenómeno, es una de las figuras más queridas de México. Y razones no faltan. Es el autor — y también protagonista — de los sketches cómicos de El Chavo del Ocho y el Chapulín Colorado. Ambos personajes — entre otros imaginados por el escritor — se volvieron clásicos de la cultura pop latinoamericana durante la década de 1970 y 1980.
La serie, de ocho episodios, lo logra. Pero también, entra en el terreno complicado de indagar en la vida privada del actor y escritor, interpretado por Pablo Cruz Guerrero. Una decisión controversial que los productores, entre los que se cuenta Roberto Gómez Fernández, el hijo de la venerada figura, enfoca desde los detalles. Por lo que el argumento no se salta ningún episodio de la vida del comediante, algo que incluye su complicada situación familiar.
La figura levantó un escándalo en 1989, cuando tras de 21 años de matrimonio con Graciela Fernández, madre de sus seis hijos, se divorció al sostener una relación Florinda Meza. Esta última es conocida por ser parte del elenco de Chespirito y El chavo del ocho, ambas producciones de Roberto Gómez Bolaño. Ambos actores terminarían por casarse en 2007.


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La biografía de HBO no solo profundiza en el hecho, sino que brinda una segunda visión acerca de los pormenores de los primeros años en el mundo del espectáculo de Gómez Bolaños. Algo que abarca la forma en que Graciela Fernandez no solo tuvo una definitiva influencia en la creación de varios de sus personajes. También, como fue un apoyo de considerable importancia durante los primeros años del programa de televisión que después le haría mundialmente famoso. Por lo que el divorcio fue considerado un acto de traición a la familia y al trabajo de Graciela detrás de cámara.
Una historia controvertida que sale a la luz


Además, la trama no duda en señalar cómo la relación extramarital de Gómez Bolaños no solo causó dolor y sufrimiento a la familia. A la vez, se convirtió en un punto de tensión y, más tarde, el motivo de sufrimiento doméstico. Eso, debido a que el comediante sostenía una relación con Florinda Meza desde 1977. Un elemento de discordia y dolor que la serie de HBO explora por primera vez de manera pública. Hasta ahora, el relato sobre el divorcio se había basado en la versión del comediante, que recoge su libro Sin querer queriendo (2006) y que la serie adapta.
Pero la producción incluye el añadido de profundizar en los años del primer matrimonio del humorista. También, en el largo proceso creativo que dio como resultado los emblemáticos personajes que le hicieron famoso. Siempre según el guion adaptado por el propio Roberto Gómez Fernández, Graciela fue parte fundamental del desarrollo de la serie. En especial, en una época complicada para Gómez Bolaños. Primero estudiante de ingeniería y después, escritor poco conocido, a la figura mexicana le llevó tiempo y esfuerzo encontrar su lugar en el mundo del entretenimiento.
Un largo trayecto en que Graciela Fernández le acompañó, alentando sus primeros proyectos, confeccionando los trajes de los personajes a mano y hasta revisando borradores y guiones. Chespirito: Sin querer queriendo recorre la época, poniendo interés en el valor del esfuerzo familiar en el posterior triunfo del comediante. También, en el definitivo papel que su exesposa tuvo en sus momentos más complicados, tanto en lo económico como en el ámbito creativo. Por lo que cuando el argumento dedica tiempo e interés a los rumores sobre infidelidades previas de Gómez Bolaños, la historia se torna incómoda y compleja.


Especialmente, al mostrar a Florinda Meza (interpretada por Bárbara López), desde el cariz de una mujer sin escrúpulos. De hecho, la figura de la comediante llega a la adaptación con un nombre distinto al real: Margarita Ruiz. Una decisión forzosa luego que la actriz presionara en tribunales para evitar que se usara su nombre real en la producción. Todo en medio de las presiones y discusiones que la serie ha traído consigo y que han convertido a su transmisión, en una polémica de largo alcance.
Una biografía de una estrella especialmente querida


Roberto Gómez Bolaños nació en una familia de clase media de México el 21 de febrero de 1929 y jamás pensó en dedicarse a la comedia. Por lo que en su juventud, se esforzó por intentar volverse futbolista y luego boxeador, disciplinas con las que estaba obsesionado. No obstante, fracasó en ambos intentos debido a su reducida talla física.
De modo que terminó cursando una licenciatura de ingeniería en la Universidad Autónoma de México. Pero jamás llegó a culminar los requisitos y comenzó a trabajar en una agencia de publicidad a los 22 años de edad. En el ámbito de los comerciales, descubrió su habilidad para escribir guiones. Ya para 1960 y 1965, Gómez Bolaños ya era autor de varios de los episodios de Cómicos y Canciones y El Estudio de Pedro Vargas, dos programas emblemáticos de México.
Fue durante esa época, que obtuvo el pseudónimo que lo haría famoso. Eso cuando el director Agustín P. Delgado, comenzó a llamarle Chespirito, en alusión a un diminutivo de William Shakespeare. Para cuando el comediante firmó un contrato con la Televisión Independiente de México, el nombre se convirtió en el título del programa que dirigiría. Diez años después, la producción semanal era la más vista en Latinoamérica y le daría reconocimiento universal.
Dos versiones de un mismo suceso


Parte del escándalo alrededor de los eventos mostrados por la serie, radica en que dos semanas antes del estreno, Florinda Meza hizo público su descontento. En particular, debido a lo que considera una distorsión de los momentos claves de su relación con Gómez Bolaños. En la producción de HBO, la relación de la pareja se cuenta como una de las múltiples infidelidades del actor. Por lo que la actriz, que después se convertiría en su esposa, debió presionarlo para formalizar la relación.
En diversas entrevistas, la actriz ha insistido en que la serie distorsiona momentos claves de la historia real. Lo que abarca la forma en que comenzó relación amorosa entre ella y el humorista. Para Meza, la manera en que la producción de HBO relata los detalles sobre la infidelidad de Gómez Bolaños tiene más relación con la intención de polemizar antes de contar lo que ocurrió. Una decisión que tiene toda la intención de crear un melodrama en sucesos complicados que la serie no refleja.


Para confirmar su punto, Meza insiste en la versión que el propio Gómez Bolaños mostró en el libro en que se basa la producción televisiva. Según el relato del escritor, Florinda Meza fue escogida entre un grupo de actrices por ser una artista con talentos múltiples como bailar y cantar, además de actuar. Finalmente, toda la producción de Chespirito, quedó impresionada por la disciplina de la intérprete, por lo que se convirtió en una figura central del programa.
Por lo que Florinda Meza niega, como asevera la trama de HBO, que su contratación se debió a una incipiente relación con Gómez Bolaño. Mucho más, que fue su insistencia y presión, lo que terminó por ocasionar el divorcio del actor. De hecho, asegura, que tal y como menciona el libro, la relación entre Graciela Fernández y el humorista, se encontraba a punto de romperse. De modo que la decisión final, no se debió al romance que compartía con el comediante, sino por otros factores complicados y acentuados a lo largo del tiempo.
Un terreno complicado para ‘Chespirito: Sin querer queriendo’


La actriz, además, ha expresado quejas públicas acerca de lo que llama el tono melodramático de la historia. En su cuenta de Instagram, Florinda Meza explicó de manera categórica que la serie de Max, no solo “no representa la verdadera historia” de Gómez Bolaños. También, que muchas de las decisiones de argumentos empañan la verdadera imagen del actor, a quien describe como un hombre amable y generoso.
En cuanto a las exageraciones en tono dramático, insiste en que el argumento hace más confuso comprender el legado del autor. Roberto no necesitaba eso. Ya era un escritor reconocido”, explica Meza, al defender la herencia profesional del comediante y actor. Un punto que se ha convertido en el más controversial de la serie y el motivo del debate a su alrededor desde su estreno.