En la nueva temporada de The Bear, Carmy (Jeremy Allen White), aprende varias de las grandes lecciones de su vida. Pero en particular, recuerda que la cocina y el lugar que ocupa en su vida, el ser un experto chef, lo define tanto en el pasado, como en el futuro incierto que empieza a transitar. La serie, que alcanza una tercera entrega impecable, que reflexiona sobre la redención, la ambición y la búsqueda del lugar en el mundo, muestra su evidente madurez. Pero más allá de eso, deja claro que su escenario — el frenético ir y venir entre cubiertos, platillos y mezclas a medio preparar — siempre será el corazón de su historia.
Algo que heredó de un género tradicional en el cine. Los grandes argumentos que analizan el mundo y la vida de sus protagonistas a través de la cocina, siempre han gozado de una considerable popularidad. Mucho más, cuando los relatos, muestran a las recetas y platillos como metáforas del amor, el deseo, el anhelo y hasta el dolor. Lo cierto es que la comida y el impulso originario de comer es fundamental para entender al ser humano y su circunstancia. Algo que el séptimo arte ha comprendido desde sus comienzos y lo que le ha permitido explorar en varias de películas más interesantes y sublimes.


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Te dejamos cinco cintas en las que la cocina y los chefs, son elementos centrales. De una búsqueda del sentido de la belleza a través de la preparación de los alimentos hasta un drama cruel que ocurre entre cubiertos y vasos. Se trata de una selección que demuestra que el viejo arte de cocinar, también hace eco en otros tantos. Lo que es mucho más interesante, analiza la idea del ser humano a través de sus deseos primarios. El punto más interesante del dilema que plantea el género.
A fuego lento


En esta elegante película, el mundo de la cocina no solo tiene un lugar preponderante. También, es el centro de todas las pasiones y deseos de sus protagonistas. Corre el año 1885 y Eugenie (Juliette Binoche), es una cocinera que se ganó a pulso, su lugar en el mundo gastronómico. A su lado por 20 años, Dodin (Benoît Magimel), siente por la cocina una devoción cercana al fervor.
Pero más allá del talento de ambos por las artes culinarias y la forma en que se dedican a la cocina, está el latente romance que les une. Un vínculo que se hace cada vez más fuerte y que tiene como inmediata consecuencia, que el dúo sea capaz de cocinar los más extraordinarios platillos.
A mitad de camino entre el romance, el humor refinado y el drama, A fuego lento sorprende por su sutileza al plantear sus temas más duros, como el abandono y la desesperación. Lo que la convierte en una obra digna de disfrutarse como el mejor entremés.


No obstante, si prefieres un tono más tétrico, El Menú es ideal para ti. Dirigida por Mark Mylod — responsable de varios de los mejores capítulos de Succession — la película cuenta una historia siniestra en el contexto de la cocina, totalmente alejada a The Bear, pero genial también. Tyler (Nicholas Hoult), desea más que nada en el mundo ser invitado al misterioso restaurante del Chef Slowik (Ralph Fiennes). Este último es un enclave insular al que se accede solo bajo estrictas medidas de seguridad y al cual solo tienen acceso, los más exitosos del mundo.
Pero lo que comienza como una cena performativa, termina como una trampa mortal, cuando el renombrado cocinero decide plantar cara a lo que considera una falta de respeto a la cocina. A medio camino entre un thriller burlón y una mirada terrorífica acerca del deseo y la insatisfacción, la película se transforma poco a poco en un escenario de horrores.
Para su sorprendente final — que te hará desear más que nada una hamburguesa con queso — la película toma un cariz de existencialismo tenebroso. Un punto tenebroso que hace de la trama una de las más interesantes de los últimos años.
Ratatouille


Lo sabemos: la icónica imagen del crítico gastronómico Anton Ego, recordando su infancia al primer bocado de un platillo suculento, es parte de la historia del cine. Pero Ratatouille es mucho más que su escena más conocida. De hecho, es un recorrido adorable y bien construido a través de la idea de cocinar como disfrute, incluso generacional.
Cuando Alfredo Linguini descubra que su amor por la cocina es una herencia, se esforzará por aprender todo lo que pueda en medio de un mundo competitivo. Eso con la ayuda más inesperada de todas: Remy, una rata con una asombrosa sensibilidad para la cocina. Este asombroso equipo se convertirá — o intentarán ser — los mejores cocineros de París.
Eso, si Anton Ego le permite, por supuesto. Pero en realidad, todo el malestar de este crítico, en apariencia malvado, está a la distancia del más delicioso bocado, que le llevará de vuelta a su adorable infancia. Una secuencia de antología que fue uno de los motivos del éxito de la cinta.
Como agua para chocolate


Este clásico del cine mexicano de 1992, no solo lleva el concepto de la comida como una forma de magia a otro nivel. También, explora en el amor como una fuerza de la naturaleza, que es capaz tanto de destruir como construir las mejores vivencias de una vida, un ideal similar a The Bear.
Tita (Lumi Cavazos), es la hija menor de una familia en el México turbulento en medio de la revolución. Según una vieja tradición familiar, deberá, entonces, renunciar a sus sueños del amor para cuidar de su madre. Pero eso no evitará que se enamore de Pedro (Marco Leonardi), el esposo de su hermana, un sentimiento prohibido que la pone en una situación complicada.
Por lo que usará la cocina para expresar sus sentimientos. Algo que volverá a Tita una experta en la cocina, pero también a sus platillos en fuente de un tipo de magia asombrosa. Una visión conmovedora del amor y la cocina, digna de revisitarse si te gustó The Bear.
Hambre


Esta historia, que mezcla el deseo, la necesidad frustrada de evasión y la crueldad, convierte a un moderno y sofisticado restaurante de Bangkok en un campo de batalla emocional, similar a The Bear. Aoy (Chutimon Chuengcharoensukying), es una cocinera con un talento excepcional, que intenta sacar adelante el restaurante de su familia.
Pero eso quedará en segundo lugar, cuando la recluten en la cocina más exigente y lujosa del país. Lo que convertirá a Aoy, parte del grupo de confianza de un chef irritable y estricto. A la vez, convertirá su pasión por la cocina, en un arma de doble filo para expresar sus deseos y perversiones más secretas.