Las infecciones de orina, son infecciones que pueden afectar a cualquier parte del sistema urinario. Es decir, desde los riñones hasta la uretra, pasando por los uréteres y la vejiga. No obstante, es este último órgano el que más a menudo se ve afectado por las mismas. En estos casos suele producirse una inflamación de dicho órgano, conocida como cistitis, acompañada de dolor, ardor al orinar y una necesidad constante de hacerlo. Si se tratan, las infecciones de orina que afectan a la vejiga no son graves, pero sí muy molestas. Además, pueden volverse recurrentes y, en algunos casos, extenderse a otros órganos, como los riñones. En esos casos sí que pueden considerarse más graves. Por eso, la prevención es esencial. Hay muchas formas de hacerlo y la mayoría de ellas están relacionadas con hábitos muy cotidianos.
Ha hablado sobre ello en un artículo para The Conversation la profesora de la Universidad de Kingston Dipa Kamdar. En su artículo habla de 6 hábitos cotidianos que pueden afectar a la vejiga de un modo u otro. No hace referencia solo a las infecciones de orina. También señala hábitos que pueden aumentar el riesgo de incontinencia urinaria o cáncer.
Vamos a ver, en primer lugar, cuáles son los hábitos que pueden aumentar el riesgo de infección de orina. Hay personas muy propensas a padecer este tipo de infecciones. Especialmente mujeres, ya que su uretra es más corta y cercana al ano, de modo que se facilita la entrada y acumulación de bacterias patógenas. En estos casos, conocer trucos para prevenir las infecciones es algo esencial. Aunque en realidad es esencial para todo el mundo.
Hábitos que debes evitar para prevenir infecciones de orina
Para prevenir las infecciones de orina puede ser muy útil evitar hábitos como los que vemos a continuación.
Retener la orina durante mucho tiempo
A veces, tenemos ganas de orinar, pero si no hay un baño cerca optamos por retener la orina. Esa es una mala idea, pues si tardamos en liberar la orina y la mantenemos mucho tiempo acumulada en la vejiga le estamos dando más tiempo a las bacterias para que proliferen.
Además, se hincha la vejiga por la acumulación de líquido y sus músculos pueden debilitarse con el tiempo, aumentando el riesgo de incontinencia urinaria. No es una infección, pero tampoco resulta agradable.
Beber poca agua
Es cierto que nuestro cuerpo suele indicarnos nuestras necesidades de beber agua. No hay una cantidad de oro. Pero sí que debemos beber suficiente para hidratarnos, ya que la orina demasiado concentrada puede irritar el revestimiento de la vejiga y aumentar el riesgo de infección. Además, si bebemos suficiente agua orinaremos más y daremos menos tiempo a las bacterias para acumularse.


No tener una higiene adecuada
Algo tan simple como limpiarnos desde atrás hacia delante cuando vamos al baño puede aumentar mucho el riesgo de infecciones de orina, ya que las bacterias fecales pueden ingresar en el tracto urinario.
Ocurre algo parecido en las relaciones sexuales. Cuando son con penetración, puede que la zona se irrite, aumentando el riesgo de infección. Además, hay un trasiego de bacterias que pueden pasar, por ejemplo, de la vagina al tracto urinario. O de la boca al tracto urinario cuando se trata de sexo oral. En nuestro cuerpo hay muchísimas bacterias que resultan inocuas cuando se mantienen en su ambiente, pero que pueden ser patógenas si pasan a otros órganos.
Por eso, es importante lavar la zona después de tener relaciones sexuales. Incluso se recomienda orinar, ya que así se vacía la vejiga y se limpia de posibles bacterias que hayan podido penetrar. Algunos especialistas aconsejan también vaciar la vejiga antes. Esto puede romper un poco el ambiente; pero, si es posible, es una medida adicional que no viene mal.


Abusar de alimentos que pueden ser irritantes
El picante y los edulcorantes artificiales pueden irritar la vejiga, dejándola más vulnerable a posibles infecciones de orina. Además, si ya hay una infección, no es aconsejable abusar de dulces, ya que a menudo las bacterias se alimentan de azúcar, de modo que este les ayuda a proliferar. En el caso contrario sí que son muy recomendables los probióticos., como el kéfir.
Por otro lado, el alcohol y la cafeína en exceso pueden aumentar el riesgo de incontinencia urinaria y, en el caso del alcohol, el cáncer. Esto no quiere decir que no debamos beber café, pero hay estudios que señalan que el equivalente a 4 tazas de café diarias, puede aumentar el riesgo de incontinencia. No son infecciones de orina, pero, de nuevo, no son agradables.
Bonus: Más allá de las infecciones de orina, para cuidar tu vejiga, tampoco fumes
Con el tabaco aumenta el riesgo de algo mucho más grave que las infecciones de orina: el cáncer de vejiga. Por eso, este es uno de los muchísimos motivos por los que nunca deberíamos fumar. Ni siquiera un poco. Aquí, desde luego que vale muchísimo más prevenir que curar.