Puede que estés haciendo ejercicio físico con el fin de adelgazar y no logres perder ni un gramo. Es más, puede que incluso cojas algo de peso. Ante este hecho, es importante dejar claro que el número que nos lanza la báscula no nos define en absolutamente nada. No obstante, sí que es cierto que, a veces, el hecho de engordar con el ejercicio físico puede ser impactante y decepcionante.
Normalmente, se achaca a la ganancia de masa muscular. Es un hecho que cuando hacemos ejercicio, sobre todo si se trata de ejercicio de fuerza, nuestros músculos crecen y eso conlleva un aumento de peso. Sin embargo, no es la única razón por la que podemos engordar con el ejercicio físico.
Según ha explicado en un artículo para The Conversation la profesora de fisiología Rachel Woods, existen otras causas. Ahora bien, ¿significa eso que deberíamos dejar aparcado el ejercicio físico si queremos adelgazar? Ni muchísimo menos. Vamos a analizar todo esto en su contexto.
4 motivos por los que puedes engordar con el ejercicio físico
Hay varios motivos por los que podemos engordar con el ejercicio físico y conocerlos es importante, ya que la solución no está en dejar de ejercitarnos, sino en buscar métodos para esquivar esos efectos. Veamos entonces cuáles son.
Posiblemente te muevas menos
A veces, consideramos que con ir una o dos horas al gimnasio compensamos todo el sedentarismo del día. Además, estaremos más cansados. Por eso, puede que prescindamos de caminatas o cualquier otra forma de actividad física ligera que llevaríamos a cabo en otra situación. Es importante tener esto muy presente, ya que si complementamos el ejercicio con un sedentarismo extremo durante el resto del día puede que acabemos engordando en vez de perder peso.
También es posible que comas más
El ejercicio da hambre, eso es un hecho. Y no debemos luchar contra esa hambre, ya que necesitamos un buen aporte de nutrientes y energía para que nuestros músculos puedan crecer y repararse. Lo que ocurre es que a veces ese aumento del apetito nos puede hacer comer mucho más de lo correspondiente a esas necesidades energéticas, de modo que acabemos engordando.
El cuerpo se defiende de la pérdida de peso
Cuando exponemos a nuestro cuerpo a un ejercicio físico intenso, nuestro cerebro interpreta que necesitamos mucha energía, por lo que aumenta nuestro apetito, como ya hemos comentado, pero también puede adaptar el metabolismo con el tiempo, de modo que se quemen menos calorías con una misma actividad. Esto está muy bien a nivel supervivencia de la especie, pero cuando somos nosotros los que estamos forzando el cuerpo a propósito puede que nos cueste más de la cuenta adelgazar.


Y sí, los músculos también te hacen engordar con el ejercicio físico
Cuando hacemos ejercicio físico, especialmente de fuerza, aumenta la masa muscular. Ahora bien, ¿significa eso que debemos hacer solo cardio? Ni muchísimo menos. De hecho, el ejercicio de fuerza es necesario para cualquier rutina de pérdida de grasa. Por ejemplo, cuanto más músculo tengamos más calorías quemaremos en reposo, ya que el músculo es metabólicamente activo. También aumenta el consumo de oxígeno post ejercicio, por lo que se siguen quemando calorías una vez finalizado el entrenamiento. Y mejora la sensibilidad a la insulina. Esto no solo nos ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre. También significa que se recurre más a la grasa como fuente de energía para reparar y aumentar el músculo.
Por lo tanto, sí, el ejercicio de fuerza es necesario. El músculo es muy necesario. ¿Engordaremos? Sí. Pero ya hemos visto que los avances no se deben definir con el número de una báscula. Aumentar la masa muscular no es un problema para nuestra salud y tampoco debería considerarse como tal en nuestro aspecto físico.
No dejes el ejercicio, hay otras soluciones
En realidad, los motivos por los que podemos engordar con el ejercicio físico son más que solucionables. Una dieta rica en proteínas y carbohidratos y grasas saludables que nos nutra y haga trabajar al metabolismo puede solucionar la parte del apetito y la lucha del cuerpo contra el adelgazamiento. También es útil la concienciación sobre el tema del sedentarismo. Aunque hayamos terminado de entrenar en el gimnasio, un paseo siempre viene bien.
Dicho esto, el ejercicio físico no solo es extremadamente beneficioso para nuestra salud. También puede ayudarnos a mantener la pérdida de peso con el tiempo y no sufrir ningún efecto rebote. Incluso se ha visto que es un complemento ideal para las personas que toman medicamentos para adelgazar. Con ejercicio físico se pierde más peso que con el fármaco solo.


En definitiva, decir que hacer ejercicio engorda, sin más, sería una reducción al absurdo de una situación compleja. Es uno de los mejores hábitos que podemos implementar en nuestro día a día, por lo que no debemos malinterpretar este tipo de información. Es útil, necesario y también nos ayuda a adelgazar. Simplemente hay que tener algunos detalles en cuenta.