Oculto durante 43 años, este Mercedes-Benz 500 SL es lo más parecido a un juguete conservado en su embalaje: todavía huele a nuevo

Quienes coleccionan juguetes y muñecos saben que conservar una pieza en su estuche original durante décadas es un logro preciado, un símbolo de cuidado y respeto por la historia del objeto que, además, incrementa sustancialmente su valor.

Ahora, imagina esa misma experiencia, pero con un coche. Es algo mucho más difícil de lograr porque, aunque solo sea por darse el placer de conducirlo de tanto en tanto, y compensar el dineral que se ha pagado por él, es fácil y comprensible que el propietario del vehículo caiga en la tentación.

Sin embargo, precisamente eso es lo que ha descubierto SL Shop, un taller especializado en reparación y restauración de Mercedes-Benz y lo cuentan en su blog. Lo más sorprendente –y lo que hace tan inusual este hallazgo— es que la intención del propietario nunca fue conducirlo, sino preservarlo intacto tal como salió de fábrica y sin el más mínimo desgaste. Si los coches se vendieran en un blíster como los juguetes, este sería el equivalente.

La pieza soñada para cualquier coleccionista

Es habitual que, de tanto en tanto, aparezca algún coche mítico guardado en un granero bajo décadas de polvo y óxido. Sin embargo, este Mercedes-Benz 500 SL R107 de 1982 ha sido descubierto tras 43 años cuidadosamente almacenado en un garaje privado en el Reino Unido, con apenas 68 kilómetros en el odómetro y en un estado de conservación absolutamente impoluto.

Solo ha recorrido las 42 millas que se le hicieron en la fábrica y en el concesionario antes de entregárselo

Se trata de una verdadera cápsula del tiempo sobre ruedas, que parece haber salido hace tan solo unos pocos días de la línea de montaje. Sam Bailey, fundador de The SL Shop, un especialista en clásicos Mercedes que recibió el vehículo, afirmó que «este 500 SL es el reflejo más fiel de los planos originales del R107». De hecho, tal y como él mismo reconoce en un vídeo que han subido a su canal de YouTube, el coche incluso conserva el olor a nuevo. «Casi se podría embotellar. Es simplemente el paraíso», aseguraba Bailey.

Este ejemplar fue comprado con todos los extras originales disponibles el 30 de noviembre de 1982 por un relojero local, que decidió no matricular nunca este Mercedes-Benz 500 SL. De hecho, incluso la entrega del vehículo se hizo en un camión, por lo que ni siquiera recorrió la distancia entre el concesionario y el domicilio del propietario.

Desde entonces, el 500 SL ha estado almacenado bajo condiciones controladas de temperatura y humedad, evitando cualquier deterioro. La pintura Blue Green Metallic permanece intacta y sin oxidación, y los adhesivos originales del concesionario están aún pegados, algo rarísimo de encontrar en los coches de colección.

El coche muestra detalles asombrosos de conservación: la cera protectora Waxoyl cubre todavía el motor y el escape, mientras que los neumáticos Michelin XWX permanecen sin haber rodado ni un kilómetro. El interior conserva el cuero, las maderas originales y hasta el olor auténtico de los años 80. Entre las opciones de fábrica cuenta con aire acondicionado, asientos calefactados, ABS y pintura metalizada, valoradas en 1982 en más de 2.746 euros.

El coche tiene todos sus elementos originales y está en un impecable estado de conservación excepto en un detalle. La insignia de Mercedes-Benz que luce en el capó no es la original: es una fiel reproducción que fue fabricada por el propietario en plata maciza.

Se puso a la venta: nunca se venderá

Tal y como cuenta Bailey, supo de la existencia de esta joya hace más de quince años, cuando durante una exposición, su propietario se les acercó para contarles la historia de su pequeño tesoro automovilístico. Cuando Bailey le preguntó si estaría dispuesto a venderlo, el propietario respondió con un no rotundo. Pero la vida da muchas vueltas.

En agosto de 2025, Bailey recibió la llamada del propietario del 500 SL ofreciéndoselo para su venta. Conocedor de su historia, el empresario ha decidido comprarlo y se ha comprometido a no venderlo nunca.

Para mantener el legado de su primer propietario, el 500 SL permanecerá en un espacio de exposición abierto al público y climatizado para su conservación, donde servirá de referencia para futuras restauraciones. Al fin y al cabo, no existe otro coche como este fuera del museo de Mercedes-Benz de Stuttgart. Eso lo convierte en una pieza de coleccionista con un valor incalculable.

El Mercedes-Benz 500 SL R107 fue en su momento la cima del lujo y la potencia alemana, con un motor V8 de 5.0 litros que entregaba 240 caballos de fuerza y una caja automática de cuatro velocidades. Su diseño, tecnología y confort rivalizaban con coches deportivos de marcas como Ferrari y Maserati, pero con una reputación destacada por su fiabilidad.

Este modelo es reconocido como un símbolo de la ingeniería alemana de principios de los años 80, capaz de combinar rendimiento, elegancia y durabilidad, valores que se evidencian en este ejemplar único, prácticamente nuevo tras más de cuatro décadas escondido para que cuatro décadas después, quien tenga el privilegio de poder sentarse dentro, pueda sentir el olor a nuevo del primer día.

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Imagen | SL Shop