Antes de convertirse en uno de los rostros más duros y emblemáticos del cine de acción, Charles Bronson era Charles Buchinsky, hijo de un inmigrante lituano y una madre estadounidense. Pero en plena era del macartismo, cuando Hollywood se encontraba bajo el miedo y la sospecha, el actor se vio obligado a tomar una decisión que marcaría su carrera para siempre.

Durante una entrevista con Stuart Rosenthal en 1981, mientras promocionaba Caza salvaje‘ (1981), Bronson recordó aquel momento crucial en el que decidió cambiar su apellido y explicó cómo la presión política y el clima de paranoia en la industria lo empujaron a adoptar su nuevo nombre artístico.

«Tenían miedo de que los atacaran»

En sus declaraciones, Bronson confesó cómo ocurrió, recordando que «dos personas me animaron a hacerlo».

«La razón por la que cambié mi nombre fue porque dos personas me lo pidieron: mi exesposa y mi agente. En aquella época, McCarthy era muy popular. Era muy popular y perseguía a los comunistas. El representante de Rusia en Estados Unidos era Vyshinsky, y mi nombre era Buchinsky, y era muy parecido».

El contexto histórico no jugaba a su favor. Andrei Vyshinsky había sido el fiscal jefe en los juicios de Stalin en la década de 1930, y en Estados Unidos, la caza de brujas liderada por el senador Joseph McCarthy había generado un clima de miedo en Hollywood. El Comité de Actividades Antiamericanas investigaba cualquier rastro de simpatía comunista, y los estudios temían verse señalados. 

«Hollywood tenía miedo y no contratarían a alguien con el apellido Buchinsky, ¿sabes a qué me refiero? Tenían miedo de que los atacaran, de que los pusieran bajo la lupa del macartismo. Así que pensé: ¿Qué más da? Me cambiaré el nombre»

El cambio lo realizó en 1954, el año en que Bronson todavía figuraba como Buchinsky en el western ‘Veracruz‘ de Robert Aldrich, mientras que en ‘Tambores de guerra’ de Delmer Daves apareció por primera vez con su nuevo nombre: Charles Bronson. A partir de entonces, ese seudónimo se volvió inseparable de su imagen: un hombre de pocas palabras, mirada impenetrable y presencia imponente.

El caso de Bronson no fue aislado. El miedo al macartismo llevó a decenas de artistas a modificar su identidad para evitar represalias o ser incluidos en la temida «Lista Negra» de Hollywood. Muchos de ellos -actores, guionistas y directores- adoptaron seudónimos para poder seguir trabajando sin atraer sospechas. En el caso de Bronson, el cambio no solo lo salvó de la censura, sino que también lo ayudó a construir una de las carreras más icónicas del cine estadounidense.

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