En 2024, se puso a prueba la solidez de la industria. No solo, debía recuperarse de los estragos — todavía visibles — del parón obligatorio de la pandemia. Una situación que obligó al retraso y en algunos casos, cancelación de todo tipo de proyectos de considerable importancia. También, debió demostrar que había logrado sobrevivir a la huelga de guionistas y actores, que detuvo de nuevo a Hollywood durante 118 días, con un resultado mixto entre grandes éxitos y fracasos de taquilla.
Ambas situaciones combinadas provocaron que los estrenos del año 2024, tuvieran la doble presión, de, por un lado, recuperar su costo y al otro, producir ganancias. Lo que hizo que algunas de las producciones más esperadas y en especial, las que mayor responsabilidad con respecto a su costo de inversión, fracasaran. Un fenómeno que abarcó desde proyectos que se daban por seguros hasta otras, que buscaban experimentar para demostrar que la meca del cine, todavía puede correr riesgos.
Se trata de una situación complicada que lleva a la inevitable pregunta ¿Qué hace de una película un fracaso de taquilla? Según los expertos, hay varios factores en juego. Pero en particular, no lograr alcanzar la regla de oro. A saber: recaudar tres veces de su presupuesto. Lo que incluye marketing y todos los aspectos relacionados con la distribución de su formato en físico. Esta fórmula, en la actualidad, es más complicada que nunca de satisfacer, por lo que 2024, con películas de altísimos costos que necesitaban recaudar enormes sumas de dinero, terminaron por desplomarse.
Te dejamos los peores fracasos de taquilla de 2024. De la que se suponía se convertiría en un nuevo ícono del cine de acción a una adaptación que no superó las expectativas en dinero o en críticas. Toda una selección que demuestra los retos que el cine todavía debe enfrentar y en especial, la época complicada que Hollywood atraviesa en la actualidad. El punto más preocupante de esta lista que resulta sorprendente por la forma en que revela las flaquezas del cine actual.
Argylle


Uno de los fracasos más sonados del año 2024, fue un experimento que abarcó no solo el proyecto cinematográfico, sino una extraña campaña de marketing. Argylle, dirigida por Matthew Vaughn comenzó como un rumor en el mundo editorial. Este aseguraba que la desconocida escritora, Elly Conway, había logrado vender su primer libro a Hollywood por una suma millonaria.
Lo que convertía a la debutante — que contaba con cuenta en Instagram y hasta ofrecía entrevistas — en una estrella naciente del género de espionaje en la literatura. Una a la que, además, se le atribuían diferentes identidades, entre ellas, la de la cantante Taylor Swift. Se trató de una campaña costosa, elaborada e intrigante, que se convirtió en el principal recurso de la película.
A eso habría que sumar un elenco de estrellas encabezadas por Henry Cavill y Bryce Dallas Howard. Además, la historia fue filmada en diversos escenarios internacionales, para responder a la intricada trama del supuesto libro. Todo lo anterior, disparó el presupuesto $200 millones de dólares. Por lo que la recaudación de $96 millones de dólares, fue un fracaso considerable y uno de los mayores de 2024.
Madame web


Todo lo relacionado con la película Madame Web pareció convertirse en la crónica de un desastre anunciado. De su pobrísima historia — que fue reescrita en al menos tres ocasiones — al hecho que no incluyera personajes conocidos. Lo cierto es que la cinta caminaba por terreno complicado incluso antes de estrenarse.
Pero todo se volvió un poco peor, cuando el tráiler final se volvió un conocido chiste de internet. Eso, aunado a un mediocre apartado visual y a lo que parecía combinar varios universos en un solo escenario, volvió la película en una confusa mezcla de géneros. Un caos narrativo que ni la presencia de Dakota Johnson y Sydney Sweeney pudieron ayudar a reflotar.
El resultado fue desastroso por dónde se le mire. Con un presupuesto de $80 millones de dólares, apenas logró recaudar $100 millones en su recorrido por cines estadounidenses y en el mercado internacional. Lo que culminó en un fracaso total en recaudación y las peores críticas del año para una película de superhéroes. Un desastre anunciado que no lo hace menos importante y complicado de sobrellevar para Sony.
Cazafantasmas: Imperio helado


Este es el caso de una franquicia que se niega a morir. O en cualquier caso, que está sufriendo una serie de reinvenciones que erosionan su poder en la taquilla y ya no digamos, en sus seguidores de toda la vida. Como continuación directa al clásico de los ochenta, Cazafantasmas: Imperio helado retoma buena parte de sus personajes originales. Además, de agregar a los ya populares de Cazafantasmas: Más allá.
La combinación hace de la cinta, una extraña mezcla entre nostalgia y humor familiar, que no funcionó del todo. En especial, cuando los tintes sobrenaturales están tan mal narrados y carecen de tanta solidez, como para convertir la película en un desastre de argumento. Un fallo que no perdonó el público.
Con un presupuesto de $100 millones, la cinta recaudó $200 millones en su paso por salas del mundo entero. Lo que pone en duda una posible continuación y no digamos, los diversos spin-offs que ya se planeaban para la saga.
Amigos imaginarios


La combinación parecía, a primera vista, infalible. Por un lado, la buena mano del director John Krasinski, ya ha demostrado su valía detrás de la cámara con la saga Un lugar Tranquilo. Al otro extremo, Ryan Reynolds, en otro de sus personajes adorables.
Eso, en medio de la campaña de Deadpool y Lobezno (Deadpool & Wolverine), de la que la película podía beneficiarse. Lo anterior, en medio de una historia adorable, que apelaba a la imaginación infantil y destinada al público familiar. ¿Qué podía salir mal?
Al parecer, todo. Amigos imaginarios fue criticada por un guion blando y en especial, por llevar una fantasía sobre el duelo a lugares poco ambiciosos. Lo que provocó que con su presupuesto de $110 millones, recaudará apenas $183 millones. Lo que la pone entre los fracasos más sonados de un año en que hubo muchos para la lista.
Furiosa: de la saga Mad Max


Este es uno de los casos inexplicables en que una película, que se consideró uno de los grandes éxitos del año incluso antes de su estreno, no solo defraudó. A la vez, cercenó una saga clásica, en medio de un desastre financiero para la historia de Hollywood. Furiosa: de la saga Mad Max, es la precuela de Mad Max: Furia en la carretera, aclamada unánimemente como un hito en el cine de acción.
Por lo que se esperaba que la película, que cuenta con el regreso de George Miller a la silla del director, al menos igualara el éxito de su predecesora. Después de todo, el proyecto prometía explorar en el universo de Miller y en especial, en la figura de Furiosa. El personaje, interpretado primero por Charlize Theron, volvía a la pantalla ahora con el rostro de Anya Taylor Joy, una de las actrices más solicitadas y populares del cine actual.
Pero la combinación de épica industrial y distopía, pareció quedarse a medias en sus ambiciones. Con un presupuesto de $168 millones, la cinta logró obtener en taquilla $171 millones, un fracaso colosal que marcó un antes y un después en el cine de acción.
El especialista


Usualmente, un fracaso de taquilla suele estar precedido por críticas mediocres. O en el mejor de los casos, un frío recibimiento de la prensa especializada. No es el caso de El especialista de David Leitch, que entusiasmó a la crítica y que fue alabada por sus grandes escenas de acción, además de actuaciones carismáticas.
No obstante, por razones poco claras, la película fracasó estrepitosamente en taquilla. Mucho más, se convirtió en una incógnita que hizo preguntarse a los analistas de Hollywood, si la posibilidad del estreno en streaming, hacía menos deseable la visita al cine. No está claro qué provocó el fracaso de la producción, pero sin duda fue resonante.
Con un presupuesto de $130 millones de dólares, alcanzó una recaudación de $180 millones en su recorrido por salas del mundo. Lo que deja a su paso una serie de interrogantes sobre qué está ocurriendo con la experiencia del cine en salas y su repercusión a futuro.
Fly Me to the Moon


Otro caso de una película bien apreciada por la crítica, pero que resultó indiferente para el público en salas. Fly Me to the Moon, cuenta la historia de un aspecto poco conocido del programa espacial estadounidense. La forma en que la NASA intentó acercarse a los contribuyentes y demostrar el valor de la carrera hacia el espacio. Todo, en un momento complicado, en que el país veía la serie de proyectos con desconfianza.
Para la ocasión, la película contaba con la actuación de Scarlett Johansson y Channing Tatum. Eso, además de poder presumir, de un elenco de secundarios de lujo encabezados por Woody Harrelson. La mezcla, encantó a la crítica especializada y en especial, dejó claro que podía ser uno de los grandes éxitos del año.
Solo que no lo fue. Con un presupuesto de $100 millones de dólares, apenas logró recaudar $41,6 millones. Lo que la convirtió en uno de los fracasos más duros del año y un fuerte golpe para las historias alejadas de superhéroes y grandes franquicias.
Borderlands


Contrario a varios títulos en esta lista, Borderlands es uno de los casos en que era evidente que la producción estaba condenada al desastre. La adaptación del juego del mismo nombre, tuvo una producción caótica, que incluyó reescrituras de guion y enfrentamientos con el director Eli Roth. Lo que concluyó en un rodaje lleno de complicaciones y rumores sobre desavenencias entre los diversos equipos involucrados en el proyecto.
Para sorpresa de nadie, Bordelands se convirtió en uno de los grandes fracasos del 2024. Con un presupuesto de $115 millones de dólares, escasamente recaudó $30 millones. Eso, entre críticas desastrosas que solo confirmaron que este nuevo intento de llevar un universo complejo al cine, había fracasado mucho antes de llegar a la pantalla grande.