Pides cita en un salón de belleza para hacerte la depilación brasileña y te recibe una chica muy amable. Todo va bien hasta que, a mitad del trabajo, te das cuenta de que lleva unas Ray-Ban Meta, unas gafas inteligentes capaces de grabar vídeo. Es lo que que le pasó a una influencer y su experiencia abre un nuevo debate sobre la privacidad.

Qué ha pasado. La protagonista es Aniessa Navarro, una influencer de Nueva York que fue a un salón de belleza a hacerse la depilación brasileña (para quien no lo sepa, consiste en la eliminación del vello de la zona púbica). Navarro contó su experiencia en TiKTok y  el vídeo ya tiene más de siete millones de visualizaciones. En él narra que la chica que la atendió llevaba unas gafas de Meta. Al preguntarle, la chica le aseguró que las usaba como sus gafas graduadas y que en ese momento no estaban cargadas.

La respuesta. Las Ray-Ban Meta tienen un LED que se ilumina cuando graban y estaba apagado, pero Navarro no podía dejar de pensar si le estaría grabando, haciendo la experiencia muy incómoda. Días después publicó otro vídeo en TiKTok donde contaba que había enviado un correo a la empresa y le respondieron con un mensaje genérico que no le dio demasiada confianza. Como la historia se viralizó, en respuesta al Washington Post, una portavoz de la empresa insistió en que las gafas estaban apagadas. Además, otra portavoz de Meta confirmó que manipular el LED de grabación va contra las normas del servicio.

Gafas para todos. Dice Mark Zuckerberg que para 2030 el smartphone habrá pasado a un segundo plano porque haremos casi todo a través de las gafas. Aunque por ahora sea un producto emergente puede que tenga razón: el mercado está creciendo muy rápido y el éxito de las Ray-Ban Meta es prometedor. Lo que no dice es qué supondrá esto desde el punto de vista de la privacidad  y si estamos preparados como sociedad para que cualquiera que nos crucemos lleve una cámara en los ojos.

Cámaras en todas partes. Ya las hay, pero hablamos de unas gafas con una diminuta cámara que pasa muy desapercibida. Sí, hay un LED que se enciende cuando grabas y no puede desactivarse, pero ya hay quien ha encontrado la forma de ocultarlo. Incluso aunque el LED funcione, muchas personas no se dan cuenta de que se está grabando, tal y como contaba este periodista en The Times. Probablemente tenga que ver con el hecho de que todavía son un producto nuevo y no está normalizado, pero hay quien lo encuentra intrusivo y hasta siniestro.

Más incidentes. El de la depilación brasileña no ha sido el único incidente con unas gafas inteligentes. Cuentan en Futurism que el año pasado una bailarina exótica alertaba sobre clientes que usaban las Ray-Ban Meta para grabar los espectáculos. Una portera de un club similar publicó este vídeo en el que negaba la entrada a otro cliente que también las llevaba. No hace falta que nos vayamos tan lejos: hace unos meses detuvieron a un hombre en Barcelona por grabar a mujeres sin su consentimiento usando unas Ray-Ban Meta.

Imagen | Xataka

En Xataka | Modifican unas Ray-Ban Meta para identificar a extraños por la calle. Es un aviso del peligroso ‘doxing’ que nos espera



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