Siguiendo con el grupo de venezolanos que arribó a las Grandes Ligas en 1995, hoy hablaremos de Eduardo Pérez o “Eddie” como le conocieron en Grandes Ligas, donde jugó 11 campañas y apenas llegó se vistió de campeón. El de Ciudad Ojeda se unió a los Bravos el 10 de septiembre y, aunque solo disputó siete compromisos, aseguró su anillo de campeón, pues Atlanta se coronó al vencer en seis juegos de la Serie Mundial a los Indios de Cleveland.

Eddie finalmente tuvo dos etapas con Atlanta, la primera entre 1995 y el 2000. Entre 1996 y 1998 se convirtió en el segundo receptor del equipo, el suplente del puertorriqueño Javi López, y dicen por ahí que era el favorito del cuatro veces ganador del premio Cy Young y miembro del Salón de la Fama, Greg Maddux. En ese interin, en 1998 para ser más específicos, tuvo su mejor campaña ofensiva, bateando para .336 y dejando un OPS de .941.

En 1999 disputó su primera campaña como el careta titular, registrando un total de 104 compromisos, en los que bateó para .249 con siete jonrones, 30 carreras impulsadas y 30 anotadas. Esto mientras registraba un promedio de fildeo de .993 con solo cinco errores en 758 entradas. Pero eso no es todo. Ese año fue el MVP de la Serie de Campeonato, en la que los Bravos vencieron 4-2 a los Mets y él terminó bateando .500 con par de jonrones.

Todo parecía encaminado, cuando en el 2000 -luego de siete juegos- sufrió desgarro del manguito rotador y se perdió el resto de la temporada. Nuevamente las lesiones ensombrecieron su 2001 y le pusieron fin a su estancia en Atlanta. Contra todo pronóstico, Eddie volvió en el 2002 con los Indios de Cleveland como suplente del panameño Einar Díaz y ahí pudo demostrar que todavía tenía gasolina en el tanque. En 2003 pactó con los Cerveceros de Milwaukee para ser el careta titular y tuvo la segunda mejor campaña ofensiva de su carrera al ligar para .271 con 11 jonrones, siendo está la primera vez que lograba doble dígito en cuadrangulares.

Para el 2004 volvió a Atlanta y fue el suplente de Johnny Estrada, viendo acción en 74 compromisos. El retiro se hizo efectivo un año más tarde luego que jugase 16 juegos. Al finalizar su carrera registraba 564 juegos, en los que consiguió 386 inatrapables, incluidos 40 jonrones y 85 dobles, empujó 172 carreras y anotó 137. Todo esto para dejar un promedio de .253 y un OPS de 687. En 501 juegos fue careta, registrando un brillante promedio de fildeo de .991 con apenas 26 pifias en 3639 innings y un tercio, fue inicialista en 25 ocasiones y al menos una vez jugó como designado.

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