Hace ya más de dos años de la tragedia del submarino Titán y la historia sigue dando que hablar. Lo último que hemos sabido es que los equipos de recuperación encontraron la cámara que integraba el submarino. La cámara estaba dañada, pero en su interior albergaba una tarjeta de memoria de la que han podido extraer archivos de imagen y vídeo, aunque ninguno de la implosión.
El hallazgo. Lo ha contado el youtuber Scott Manley en su cuenta de X. En una serie de posts, Manley ha publicado varias imágenes del informe de recuperación de la cámara donde se detallan sus características y el estado de la misma. Era una cámara submarina Rayfin Mk2 Benthic, capaz de sumergirse hasta 6.000 metros de profundidad gracias a su cuerpo de titanio. Aunque la carcasa parecía intacta, la lente de cristal de zafiro estaba hecha añicos. Al desmontarla, muchos de los componentes tenían daños ligeros, pero en una de las placas venía una tarjeta SD que estaba en buen estado.
El contenido de la tarjeta. Los investigadores y forenses consiguieron hacer un duplicado de la tarjeta y extraer el contenido. En total, consiguieron nueve imágenes y doce vídeos. Sin embargo, la cámara había sido configurada para guardar las capturas en un dispositivo de almacenamiento externo, por lo que no contenía ninguna imagen del día de la inmersión fatídica, sino que eran imágenes tomadas en el Marine Institute de Terranova, que era desde donde partían las misiones al Titanic. En las imágenes que han compartido se ven las instalaciones y alguna imagen bajo el agua, pero a poca profundidad.
Implosión catastrófica. El Titán partió de Terranova el día 16 de junio de 2023. Había pasado una hora y 45 minutos cuando se perdió la comunicación, pero no fue hasta cuatro días después que la guardia costera encontró los primeros restos del vehículo y confirmaron lo que sospechaban: había implosionado. Encontraron restos del vehículo, pero no se pudo encontrar ningún cuerpo de los cinco tripulantes.
Era evitable. El Titanic se encuentra a 3.800 metros de profundidad, donde la presión es de 380 atmósferas. Hay vehículos capaces de alcanzar esta profundidad e incluso más, pero el Titán tenía un largo historial de problemas y el propio exdirector de operaciones calificó la tragedia de evitable. De hecho, varios miembros de la comunidad aficionada a la exploración submarina, entre los que se encontraba James Cameron, habían escrito una carta a OceanGate donde exponían su preocupación y aseguraban que estaban “yendo por el camino de la catástrofe”. La empresa cesó su actividad tras el accidente.
Imagen | Scott Manley en X
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