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La Free Software Foundation acaba de lanzar LibrePhone, el que quizás sea su proyecto más ambicioso en cuatro décadas: conseguir un smartphone totalmente libre de software propietario. Es un objetivo que lleva persiguiéndose durante años y que en el camino hemos encontrado ideas prometedoras, aunque sin un éxito rotundo. La FSF reconoce abiertamente que el trabajo será largo, pero considera que es el momento de asumir el reto.
El problema de fondo. En prácticamente cualquier ordenador es perfectamente posible ejecutar sistemas operativos completamente libres, desde el núcleo hasta las aplicaciones. Sin embargo, en los móviles esto sigue siendo imposible, a pesar de proyectos de cierto renombre como GrapheneOS, Replicant o PureOS.
La razón tiene un nombre: los blobs binarios. Se trata de pequeños fragmentos de código propietario y cerrado que controlan funciones básicas del hardware: la conexión del módem, la aceleración gráfica, el GPS o la cámara. Sin estos componentes, el teléfono simplemente no funciona. Y los fabricantes de chips como Qualcomm o Broadcom no comparten la documentación técnica necesaria para que programadores externos puedan crear alternativas libres.


Así luce GrapheneOS. Imagen: Ricardo Aguilar
Por qué han fracasado los intentos anteriores. El caso más representativo es Replicant, un proyecto que en 2010 intentó crear una versión Android completamente libre. Consiguió eliminar los componentes de Google, pero chocó contra un muro en la parte del hardware. Y es que sin documentación de los fabricantes, fue imposible recrear los controladores necesarios. Hoy Replicant sigue existiendo, pero solo funciona en móviles antiguos como el Galaxy S3, y ni siquiera con todas sus funciones operativas.
Otros proyectos como GrapheneOS o LineageOS han optado por un enfoque más pragmático eliminando el software de Google, pero mantienen los blobs propietarios para garantizar que el dispositivo funcione correctamente. Es un compromiso que mejora la privacidad, pero no cumple con la definición estricta de software libre que defiende la FSF.
La estrategia de LibrePhone. El proyecto, liderado por el veterano desarrollador Rob Savoye, no pretende crear otro sistema operativo móvil ni fabricar teléfonos. Su objetivo es más específico: realizar ingeniería inversa sobre los componentes propietarios que quedan en proyectos como LineageOS para crear alternativas completamente libres.
La FSF está financiando la primera fase del trabajo con una donación de John Gilmore, miembro de su junta directiva, quien lleva años usando LineageOS precisamente por eliminar lo que él llama ‘el software espía de Google’. La idea es identificar primero un modelo de teléfono que tenga los menores problemas de privacidad posibles y que éstos sean solucionables, documentar exhaustivamente cómo funcionan sus componentes propietarios y, desde ahí, crear sustitutos de código libre que cualquier programador pueda auditar y modificar.
Un obstáculo legal y técnico. La dificultad no es solo técnica. Los fabricantes de chips protegen su tecnología con acuerdos de confidencialidad estrictos que impiden a los desarrolladores acceder a la documentación. Como apunta el medio ZDNet, trabajar sin esos manuales técnicos es como intentar ‘coser con guantes de boxeo’. Además, la ingeniería inversa en este contexto es un proceso lento, caro y de resultado incierto. Savoye admite que no será rápido ni barato, pero el proyecto se apoya en el trabajo previo de otros desarrolladores que han hecho buena parte del camino.
Otros frentes abiertos. Curiosamente, GrapheneOS, uno de los sistemas más respetados en privacidad móvil, acaba de anunciar que trabaja con un gran fabricante Android para llevar su sistema a otros dispositivos más allá de los Pixel de Google. Hasta ahora, solo los Pixel cumplían los estándares de seguridad y actualizaciones que GrapheneOS exige. El anuncio sugiere que al menos un fabricante está empezando a tomarse en serio estos requisitos, aunque GrapheneOS sigue incluyendo blobs propietarios en su sistema. No es el teléfono totalmente libre que busca la FSF, pero sí una señal de que la industria podría estar empezando a moverse.
En qué quedamos. LibrePhone representa la apuesta más seria hasta la fecha por conseguir un smartphone verdaderamente libre. La FSF sabe que ha comenzado una partida larga y que necesitará ayuda. De hecho buscan voluntarios para documentación, pruebas y difusión, además de donaciones. El éxito no está garantizado, y menos en este sector, donde todos los proyectos anteriores han fracasado en ofrecer un smartphone con un software 100% libre. Pero la FSF también argumenta que si nadie lo intenta, el objetivo nunca se alcanzará.
Imagen de portada | He Junhui
En Xataka | Desde hace años tengo en mi teléfono un «modo vacaciones»: así lo configuro para que no me molesten