David Bustamante está siendo tendencia en las redes últimamente. Pero no porque haya publicado un nuevo disco o porque lo haya bordado en uno de sus conciertos. No es tendencia por nada relacionado con su profesión, sino porque ha engordado. Simple y llanamente por eso. Esa obsesión de la sociedad con los cambios físicos de los famosos suele afectar más frecuentemente a mujeres, pero de vez en cuando le salpica a algún hombre, como ha ocurrido ahora con el cantante de San Vicente de la Barquera. A él no parece haberle afectado mucho. Ha declarado públicamente que su cambio físico es el resultado de haber dejado de fumar y que es lo más normal en esas situaciones.

Lo cierto es que sí es normal. Por eso, sería interesante alejar el foco del cambio físico de David Bustamante y centrarnos en que ha hecho algo tan valiente y bueno para su salud como dejar de fumar. También podemos ver cuáles son las consecuencias y qué beneficios le traerán. Por supuesto, vamos a ver por qué se tiende a engordar cuando se deja de fumar.

Todo eso es lo que debe importarnos. Si David Bustamante está más o menos delgado no es asunto nuestro. Porque no se habla de los cuerpos ajenos. Nunca. Eso debemos grabárnoslo a fuego.

¿Por qué se suele engordar al dejar de fumar?

La causa por la que muchas personas, como David Bustamante, engordan al dejar de fumar tiene relación con la nicotina. Esta sustancia presente en los cigarrillos se une a unos receptores ubicados en el cerebro y, con ello, promueve la liberación de varios neurotransmisores. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, la dopamina, la norepinefrina, la serotonina, la acetilcolina, el glutamato y el ácido γ-aminobutírico.

Muchos de esos neurotransmisores están implicados en el envío de señales de reducción del apetito y, por consiguiente, aumento de la saciedad. Pero eso no es todo. Parte de la nicotina se dirige también al tejido adiposo (el que está compuesto por grasa), donde promueve un aumento en el gasto de energía.

Mujer fumando un cigarrillo, generación libre de humoMujer fumando un cigarrillo, generación libre de humo
Fumar puede ayudar a adelgazar, pero no compensa los riesgos.

Para que una persona adelgace debe gastar más calorías de las que consume, dicho muy grosso modo. Por eso, si alguien gasta mucha energía e ingiere pocas calorías por tener poco apetito, lo lógico es que adelgace. ¿Qué ocurre cuando se deja de consumir regularmente nicotina? Justamente lo contrario. Lo típico es engordar. Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, las personas fumadoras ganan de media entre 3 y 8 kilos aproximadamente. No obstante, hay un 10% de fumadores que pueden llegar a ganar 14 kilos. Este proceso puede durar varios años, aunque la mayor parte se engorda en los 6 meses posteriores a dejar de fumar.



Ver fuente

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *