Nothing ha vuelto a la carga. Tras un año de espera, la compañía de las transparencias ha lanzado unos nuevos auriculares in-ear para el segmento premium. Son los Nothing Ear (3), sin apellidos ni letras que los meten en el saco de la gama media. Este nuevo producto aterriza directamente en primera división, consolidándose como lo más avanzado de su catálogo y queriendo competir con opciones tan conocidas como los Huawei Free Buds 4 Pro o los icónicos Sony WF-1000XM5.

La marca ha puesto una buena cantidad de carne en el asador, mejorando lo que ya hizo con los Ear (2) hace un par de años. No es casualidad que se hayan tomado un descanso en este segmento más premium: la espera viene acompañada de novedades interesantes, elementos únicos y una buena dosis de calidad en casi todos los apartados.

Además, por supuesto, vienen firmados por el icónico diseño marca de la casa, que si bien se ha renovado ligeramente, sigue ofreciendo la esencia de siempre: unas transparencias que dejan ver el interior, haciendo que la tecnología más pura luzca impresionante. No obstante, la estética no es la única baza que los diferencia del resto: los Nothing Ear (3) tienen una sorpresa mayúscula en su estuche de carga.

Nothing Ear (3)Nothing Ear (3)

Eso sí, antes de entrar en materia, hay que hablar de su precio. No se incluyen en el saco de los auriculares baratos, aunque tampoco están cerca de los 250-300 euros que debes desembolsar por las opciones top de Sony o Samsung. Los Nothing Ear (3) cuestan 179 euros en España y están disponibles en dos colores: blanco y negro.

¿Merece la pena pagar casi 200 euros por unos auriculares? ¿Esta nueva generación ha avanzado lo suficiente como para no plantearse los Ear (2)? Llevo más de una semana con ellos en las orejas para tratar de responder estas dos preguntas y contarte todo lo interesante de estos Nothing Ear (3).

Un diseño pulido en todos los sentidos

Nada más ver los nuevos Nothing Ear (3) te queda algo claro: la marca ha utilizado el diseño de auricular in-ear que ha estado funcionando en las anteriores generaciones. Las transparencias vuelven a ser las protagonistas, aunque la forma del «palito» y algunos de los detalles conforman una estética nueva y más cuidada.

No solo es un diseño único y con su atractivo personal, también es funcional. La zona blanca opaca y ovalada está diseñada para aislar el sonido exterior, adaptándose a la mayoría de pabellones auditivos con una forma bien estudiada que ayuda a mejorar la cancelación de ruido.

Por otro lado, los Nothing Ear (3) vuelven a optar por un control que hace uso de los pellizcos en el «palito», algo que personalmente me encanta. Los auriculares ofrecen un feedback auditivo y vibratorio cada vez que haces una acción, y esta dinámica de pellizcar es mucho más precisa que los cada vez menos utilizados paneles táctiles.

Auriculares Nothing Ear (3)Auriculares Nothing Ear (3)

Ahora bien, si hay un elemento del diseño que ha cambiado por completo, es el estuche de carga. Nothing no tenía necesidad, pero ha decidido salirse de la ruta establecida por la industria y meter en la ecuación un nuevo material. La parte inferior del estuche está fabricada en aluminio y ensamblada sin pegamentos ni juntas gruesas o pestañas.

El resultado es único y el conjunto ofrece una sensación en la mano que no he encontrado con ningún otro auricular. Ninguna marca tiene algo así en su catálogo, una buena muestra de lo importante que es para Nothing el diseño y la experiencia.

Los Nothing Ear (3) son únicos en muchos aspectos, y el diseño es una de las bazas indiscutibles para hacerte con ellos. Ya no solo son productos bonitos: ahora cuando los sostienes en la mano también te das cuenta de que nadie fabrica auriculares así.

El estuche de los Nothing Ear (3) no solo es bonito y está bien fabricado

Incluir en la fórmula el aluminio no es la única proeza de estos Nothing Ear (3). El estuche también es único por otro detalle: llega con una característica en la que nadie más ha pensado. Su nombre es TALK y está presente en forma de botón. ¿Qué hace? Activa lo que la marca ha llamado SuperMic, un modo para que sean los micrófonos del estuche —y no los de los auriculares— los que capten el audio.

Y es que sí, el estuche de los Nothing Ear (3) tiene micrófonos, y no precisamente malos. Son más grandes y mucho más potentes que los de los propios auriculares, permitiendo activar el modo TALK pulsando el botón del estuche para mejorar el audio enormemente.

Auriculares Nothing Ear (3)Auriculares Nothing Ear (3)

Y vaya si lo hace. La diferencia es abismal. Los auriculares tienen hasta 6 micrófonos que funcionan bien, reducen el ruido en las llamadas y ofrecen una voz clara, pero la calidad se multiplica si coges el estuche y pulsas el botón TALK. El audio pasa a ser totalmente diferente, mucho más claro y con una supresión del ruido exterior sublime.

No es algo para utilizar todo el tiempo, pero sí una función que viene de perlas en situaciones con mucho ruido exterior o en una reunión en la que necesitas la mayor calidad posible. Utilizar esta característica no es lo más cómodo o natural del mundo, pues es necesario sacar el estuche, pulsar el botón y mantener este a pocos centímetros de la boca.

Ahora bien, nadie le puede negar a Nothing que es una idea única, muy interesante y que permite mejorar el audio en las llamadas con una calidad similar al de un micrófono de corbata. No es perfecto, pero si la marca consigue que el estuche también se conecte con, por ejemplo, las apps de cámara, podría hacer de los Nothing Ear (3) los sustitutos ideales de los micrófonos de corbata.

Nothing Ear (3)Nothing Ear (3)

Un sonido contundente y una cancelación de ruido que podría ser aún mejor con un par de detalles

Lo más importante, ¿cómo suenan los Nothing Ear (3)? Lo cierto es que muy bien. Según la propia marca, el conjunto interno ha mejorado incluyendo drivers de 12 mm, mejoras en los componentes y una cancelación de ruido activa más contundente. ¿Se traduce esto en una calidad de gama alta? Sí.

El sonido de estos Nothing Ear (3) es claro, tienen un volumen considerablemente alto y una gestión de todas las frecuencias bastante buena. Los bajos son muy contundentes gracias a esos drivers de buen tamaño, y las voces, sin ser su punto fuerte, no quedan empacadas y son capaces de destacar en casi todos los géneros musicales.

En conjunto, y aunque es uno de los apartados más personales de la tecnología, el audio de estos Ear (3) está a un nivel similar al de otros auriculares de gama alta. A la mente se me vienen opciones como los Huawei Free Buds 4 Pro o los Galaxy Buds 3 Pro, opciones de altísima calidad con precios superiores y una experiencia auditiva muy similar en la mayoría de situaciones.

Ahora bien, hay un punto donde estos Nothing Ear (3) se dejan un poco de nota. La cancelación de ruido activa, si bien sobre el papel se postula como una de las mejores del panorama, en las pruebas que he podido realizar no me he llevado esta impresión.

Ojo, no malinterpretes mis palabras: no es mala, ni mucho menos, pero no llega al nivel de los auriculares que he mencionado antes, además de quedarse lejos de otras opciones como los AirPods Pro 2 de Apple o los icónicos WF-1000XM5 de Sony. Estos Nothing Ear (3) reducen considerablemente el ruido del exterior, pero no consiguen aislar tanto el pabellón auditivo.

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Me explico. La cancelación de ruido palia una buena parte del sonido ambiente y es capaz de aislarte cuando la música está sonando, pero en esos momentos donde hay silencios el ruido se deja notar. ¿El motivo? Parece que los algoritmos de Nothing tienen calidad suficiente, pero el hardware no acompaña para aislar del todo el oído.

De hecho, he conseguido encontrar un posible culpable. Nothing incluye en los Ear (3) unas almohadillas de silicona demasiado finas, las más delgadas que he probado hasta ahora. ¿Esto es importante? Este detalle hace que los auriculares se adapten más fácilmente a todas las orejas, pero también reduce el nivel de aislamiento.

Por este motivo, dentro del segmento de la gama alta, son los auriculares que menos aíslan cuando la música no está activa. Cuando reproduces algo, la cancelación de ruido es buena y contundente, pero hay mucha diferencia cuando entran en juego los silencios. Es decir, buenos algoritmos, pero un aislamiento por hardware mejorable.

Aprovecho, además, para comentar que Nothing es de las pocas marcas que sigue sin sumarse a la moda de las terminaciones de espuma como sí hacen Huawei o Sony. Estas no solo se adaptan perfectamente, también son capaces de aislar mejor el pabellón auditivo y mejorar el sonido gracias a su densidad. En mi opinión, es algo que unos auriculares de 179 euros deberían incluir.

Con los Nothing Ear (3) no te vas a quedar tirado

Por último, me toca hablar de autonomía. Voy a ser breve: los Nothing Ear (3) cumplen con creces lo que puedes esperar de unos auriculares de gama alta. La marca ha mejorado la cifra respecto a la anterior generación, y más allá de los números oficiales, lo cierto es que puede pasar largas jornadas sin tener que meterlos en el estuche de carga.

Su autonomía no es infinita, pero la experiencia diaria y la posibilidad de cargarlos rápidamente en el estuche no tiene nada que envidiar a otras opciones con precios similares. En este sentido, si bien no destacan enormemente, tampoco se dejan nada por el camino, ofreciendo un uso continuado que difícilmente decepcionará a nadie.

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¿Merecen la pena los Nothing Ear (3)?


























Puntuación: 4 de 5.

Si te has fijado en unos auriculares de Nothing es porque te gusta lo que la marca ofrece en términos de diseño. No hay duda de que la compañía ha vuelto a conseguir un producto precioso para los amantes de la tecnología, sofisticado y con una vuelta de tuerca como es la llegada del aluminio al estuche de carga.

Es un producto que te enamora nada más verlo, y que te convence de su calidad cuando lo utilizas durante un tiempo. Los Nothing Ear (3) cumplen en calidad de sonido, comodidad y autonomía, mientras que se dejan algo de nota en la cancelación de ruido.

Tengo claro que no son auriculares para todo el mundo, y que si quieres opciones transparentes su propio catálogo tiene alternativas de gama media muy bien posicionadas, pero si valoras cosas como el nuevo botón TALK del estuche, una fabricación sublime y no necesitas la mejor cancelación del mercado, estos Nothing Ear (3) van a estar a la altura de lo que esperas.

Con estos auriculares Nothing ha conseguido algo muy curioso: dejar claro que sus productos de audio ya no son solo una cara bonita para amantes de la tecnología, sino una apuesta que es capaz de ofrecer detalles que ya van mucho más allá de la estética. SuperMic o el estuche de aluminio son solo algunos ejemplos.

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