Los precios que hemos visto hasta ahora en la alta velocidad han sido un espejismo. Al menos eso es lo que pronostica Álvaro Fernández Heredia, presidente de Renfe, quien en una entrevista a Cadena Ser ha llegado a asegurar que Ouigo e Iryo acabarán yéndose de nuestro país. 

Precios, costes y una alta velocidad poco rentable.

Más caro. Muchos son los titulares que ha dejado la entrevista que Álvaro Fernández Heredia, presidente de Renfe, ha dejado en una entrevista a Cadena Ser. Para empezar porque ha señalado que los precios de la alta velocidad subirán: 

«Si nuestros competidores suben los precios, que es una cosa que han empezado a hacer, nosotros seguiremos esa tendencia, porque estamos compitiendo con ellos en esos corredores, y este es el esquema que nos hemos dado como sociedad»

De lo que habla Fernández Heredia es del encarecimiento que están viviendo los trenes de la alta velocidad. El asunto ha saltado a los titulares con la salida de los AVLO del corredor Madrid-Barcelona que ha provocado un aumento inmediato en el precio de los trenes. 

Con una Renfe más débil a la hora de rebajar los precios, de media el precio del billete ya se sitúa por encima de los 80 euros y el más barato no baja de los 50 euros. El servicio lleva tiempo encareciéndose pero sin AVLO, los precios son todavía más altos. 

Servicio público. En sus declaraciones, el presidente de Renfe viene a decir que harán lo que sus rivales hacen. Si bajan precios pelearán con ellos pero si suben precios no se resistirán para buscar cuota de mercado a bajo precio. 

Lo que defienden desde Renfe es que ellos tienen la obligación de prestar servicio allí donde no es rentable. Eso les marca el camino para subir precios en los corredores donde sí tienen competencia. 

«Nosotros tenemos una política de precios que no busca un lucro o no busca tener un reparto de dividendos. Nuestro reparto de dividendos es parar donde los otros no paran o lo que no es Alta Velocidad, lo que es la Larga Distancia: Almería, Algeciras o Tolosa. Nosotros somos una empresa pública y estamos para competir con las otras empresas, pero estamos también para sostener el resto del sistema ferroviario. Nuestra Alta Velocidad, de los únicos tres operadores que hay, es la única que es sostenible económicamente, pero tenemos también que sostener esas paradas que no quieren hacer otros operadores y que podrían, pero no las hacen porque solo buscan la rentabilidad»

Ese mensaje es el mismo que enviaba Óscar Puente, ministro de Transportes, hace ya un año cuando se quejaba de que Renfe tuviera que competir en un mismo mercado que Ouigo e Iryo pero con el lastre de tener que acudir allí donde la compañía pierde dinero. Unas pérdidas que, además, han centrado el debate en los últimos meses. 

Privadas, pero no mucho. Es lo que sostiene el presidente de Renfe. Para Fernández Heredia, Ouigo e Iryo «son empresas públicas de otros países. Entiendo que tendrán dar una explicación de por qué vienen a España a perder dinero, no creo que vengan a eso, porque sería muy difícil de entender». 

En este mensaje lanzado a Cadena Ser está implícita la queja (y la amenaza de denuncia) que el Gobierno lanzó en su día a Ouigo. Entonces se señaló que esta empresa francesa estaba tirando los precios para ganar cuota de mercado sabiendo que tiene las espaldas cubiertas por el Estado francés. Desde Ouigo han rechazado esto, asegurando que su estrategia de precios es la habitual entre quienes entran a jugar en un nuevo mercado. 

Perdiendo dinero. De momento lo que tenemos es una guerra en la que Renfe, Ouigo e Iryo están perdiendo dinero. A falta de conocer si los precios van a seguir subiendo, lo que es seguro es que las tres compañías se están dejando decenas de millones de euros. Concretamente, casi 100 millones de euros en 2024

De ese centenar de millones de euros perdidos, la mayoría pertenecen a Ouigo que según la CNMC se dejó 40,5 millones. La cifra está lejos de los 31,5 millones de euros que se dejó Iryo pero Renfe también perdió dinero, concretamente 27 millones. Eso sí, la CNMC también asegura que, desde que se abriera competencia en la alta velocidad, los consumidores se han ahorrado unos 500 millones de euros. 

¿Hasta cuando? Aunque los precios suban poco a poco, lo que es seguro es que la competencia ha rebajado el coste para el cliente, especialmente en aquellos corredores donde el flujo de movimiento no es tan constante o denso como en el Madrid-Barcelona. 

En este último, además de la alta demanda, la salida de AVLO ha confirmado que si de la competición de la alta velocidad low cost sale uno de los tres competidores, el resultado inmediato es que los precios suben. Por lo tanto, sí, es muy probable que hayamos tocado suelo en los precios de la alta velocidad pero es más probable que suban más despacio cuanto mayor sea la competencia. 

Foto | Alan Grant

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