Hijos de Rivera, la propietaria de Estrella Galicia, ha comprado la destilería gallega Vánagandr, productora de la ginebra London Dry, la cual fue reconocida como la mejor del mundo en 2024 y doble oro en el International Spirits Challenge 2025.
La operación, cuyo importe no ha sido revelado, marca un nuevo capítulo en la transformación de una factoría cervecera coruñesa en un grupo que ha ido mucho más allá con las bebidas premium.
Por qué es importante. La compra responde a una estrategia muy marcada: priorizar calidad sobre volumen en un mercado donde el consumo tradicional cae. Las ventas de este tipo de bebidas cayeron un 3,7% en 2024, con los jóvenes bebiendo cada vez menos. Pero los que no han reducido el consumo ahora buscan productos superiores. Hijos de Rivera ha identificado ese nicho y lo está ocupando.
Los hechos. Vánagandr se fundó en 2014 en Cambre, a pocos kilómetros de la sede de Hijos de Rivera.
- En una década, esta destilería artesanal ha acumulado más de 40 premios internacionales.
- Su maestro destilador, Enrique Pena, es el único español miembro del Gin Guild, organización que promueve la excelencia en ginebra.
- La marca fabrica apenas 8.000 botellas anuales, un volumen que se espera crezca notablemente bajo el paraguas del grupo gallego.
El contexto. Esta no es una apuesta aislada. Hijos de Rivera lleva años expandiéndose más allá de su núcleo cervecero:
- Octubre 2023: compra Soul K, especializada en kombucha.
- Marzo 2025: adquiere Basqueland Brewing, cerveza artesana vasca.
- También ha incorporado Tyris, cervecera artesana valenciana.
- Su marca de agua Cabreiroá vendió 237 millones de litros en 2024, un 3% más.
El catálogo de destilados ya incluía F de Formentera, licores Hijos de Rivera y Quenza, y la distribución de rones Arehucas y Destiny Spirits.
Entre líneas. La estrategia sigue un patrón claro: la persecución de marcas con identidad artesanal, prestigio internacional y producción limitada. No compran para fabricar en masa, sino para preservar la esencia que hizo valiosas esas marcas. Es el mismo enfoque que ha convertido a Estrella Galicia en una referente frente a cerveceras industriales más grandes.
En esa estrategia, el reto es mantener ese equilibrio. Crecer sin perder el carácter artesanal, producir más sin tener que industrializar, distribuir mejor sin mercantilizar.
Y ahora qué. Enrique Pena continuará como maestro destilador dentro de Hijos de Rivera, lo cual es un signo de continuidad. Su vinculación al Gin Guild aporta al grupo credibilidad internacional.
Esta compra va más allá de la transacción comercial: el grupo gallego está comprando conocimiento, reputación y acceso a un segmento premium en plena expansión… mientras el mercado mainstream sigue contrayéndose.
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Imagen destacada | Hijos de Rivera
